Es necesario difundir mensajes como este de Yo Sí para que entendamos mejor lo que está en juego al cambiar el modelo de nuestro sistema sanitario:
Que el árbol no nos tape el bosque.
El bosque (nuestro modelo sanitario) y el árbol (cada una de las medidas que se adoptan en torno a él), de eso se trata. Otra vez el Gobierno nos ha brindado en apenas una semana datos fragmentados, divisibles, como si unos no se vincularan con otros, como si cada una de las partes no tuviera que ver con ese todo llamado Real Decreto Ley 16/2012 que desde hace un año excluye del acceso al derecho a la protección de la salud a cientas de miles de personas y ahora, con las nuevas medidas, mercantiliza la salud de todas, sin excepción.
Inmigrantes por un lado, reproducción asistida de mujeres solteras y lesbianas por otro, más allá el cobro del servicio no urgente en ambulancias, más acá el precio de un derecho que deja de serlo para convertirse en mercancía… y en el centro de la opinión pública debates aislados que se instalan en los medios reduciendo nuestra capacidad de ver un bosque al que cada día se le talan más árboles, de aquí y de allá, de todos lados. Abandonar la universalidad de un derecho para extender la exclusión y mercantilizar nuestras vidas, de eso se trata.