sábado, 17 de agosto de 2013

Contra la universalidad sanitaria

Es necesario difundir mensajes como este de Yo Sí  para que entendamos mejor lo que está en juego al cambiar el modelo de nuestro sistema sanitario: 


Que el árbol no nos tape el bosque.

El bosque (nuestro modelo sanitario) y el árbol (cada una de las medidas que se adoptan en torno a él), de eso se trata. Otra vez el Gobierno nos ha brindado en apenas una semana datos fragmentados, divisibles, como si unos no se vincularan con otros, como si cada una de las partes no tuviera que ver con ese todo llamado Real Decreto Ley 16/2012 que desde hace un año excluye del acceso al derecho a la protección de la salud a cientas de miles de personas y ahora, con las nuevas medidas, mercantiliza la salud de todas, sin excepción.

Inmigrantes por un lado, reproducción asistida de mujeres solteras y lesbianas por otro, más allá el cobro del servicio no urgente en ambulancias, más acá el precio de un derecho que deja de serlo para convertirse en mercancía… y en el centro de la opinión pública debates aislados que se instalan en los medios reduciendo nuestra capacidad de ver un bosque al que cada día se le talan más árboles, de aquí y de allá, de todos lados. Abandonar la universalidad de un derecho para extender la exclusión y mercantilizar nuestras vidas, de eso se trata.


El avance del rodillo neoliberal ha convertido nuestra sanidad en un modelo de aseguramiento donde el que más tiene podrá acceder a las prestaciones y el que menos, quedará indefectiblemente fuera. Y a esas personas, nuestros vecinos y vecinas excluidas, si quieren acceder, el Gobierno ya se ha encargado de ponerles un precio.

Desde Yo Si Sanidad Universal llevamos más de un año denunciando que el cambio de modelo implica mucho más que la privatización de hospitales o cese de miles de profesionales de la sanidad, o el repago farmacéutico, u otras medidas que a lo largo del año nos han ido implementando y tienen una gravedad incontestable. Se trata de que estamos perdiendo un derecho fundamental de nuestra sociedad y eso no nos lo podemos permitir, por cada vecino excluido, por cada vecina enferma… es la salud de todas las que está en juego.

Quizá sea momento de ver qué está pasando en países donde un modelo similar se lleva implementando desde hace un tiempo ya. En Grecia, por caso, hay más de 3 millones de personas que no están teniendo acceso a la asistencia sanitaria pública y el número de personas infectadas por enfermedades como el VIH ha aumentado hasta un 200% en apenas 2 años de recortes.

En Portugal, desde el año pasado la asistencia en urgencias puede costar hasta 50€ según las pruebas que requieran y todas las consultas y estudios que comenzaron con un precio ínfimo, en apenas dos años han multiplicado por dos y tres su coste. El propio ministro de Sanidad luso ha pedido a la ciudadanía colaborar “para no caer enfermos”, como si nos gustara enfermar también, por encima de nuestras posibilidades.

En Estados Unidos para alejarnos un poco de la Europa en crisis, según el grupo de defensa del consumidor “Families USA”, en el año 2010 aproximadamente 26.100 personas entre 25 y 64 años de edad perdieron la vida en forma prematura por no poder acceder a un seguro médico. El número de muertes entre las excluidas dejó así una tasa de 72 fallecimientos al día, o lo que es lo mismo, 3 personas cada hora dejaron de existir por el abandono de la administración pública.

Entonces, quizá le pregunta que se impone sea ¿cuándo dejaremos de mirar pasivamente a quiénes han excluido y padeceremos en nuestros cuerpos la exclusión? Basta mirar a esos otros países para comprender que el sistema de exclusión no apunta a colectivos en particular como nos quieren hacer creer, sino que implica la expropiación de un derecho fundamental de todas las personas, como es el de la protección de la salud.

En la Plataforma Yo Si Sanidad Universal seguiremos denunciando y actuando contra la exclusión sanitaria, e invitamos a vecinos y vecinas, a personal sanitario y administrativo, a todas las personas que vivimos en el Estado español, a continuar desobedeciendo y así defendiendo nuestro derecho a tener una sanidad pública y universal, y a no cesar en la lucha por derogar un Real Decreto Ley por inhumano, inmoral y asesino.

Que el árbol no nos tape el bosque. Que no sigan vendiéndonos como pequeñas medidas todo aquello que hace a la pérdida de nuestro derecho. Por una sociedad sana, derechos para todas las personas… Porque es la salud de todas la que está en juego, y no permitiremos que sigan jugando con ella.

No hay comentarios: