domingo, 23 de marzo de 2014

Ser pobre, ser delito

Fácil de leer, directo al grano, poniendo negro sobre blanco sobre las transformaciones que se van dando en las últimas décadas (aunque acá nos parezca que todo se explica por la dichosa "crisis") en cuanto al tema de la pobreza y la exclusión social. Esos son las principales virtudes de pequeño manual "El delito de ser pobre", de Albert Sales. Como siempre, acá va un pequeño extracto bastante significativo:


"La reacción de los estados al incremento de la mar­ginalidad en la era de la hegemonía neoliberal consiste en acentuar su carácter punitivo. El nuevo rol del Estado hacia la exclusión se vehicula a través del sistema penal y de una profunda transformación de las políticas sociales que, además de encogerse, transitan de la promoción del wellfare, o del bienestar y la cohesión, a la priorización del workfare. Paradójicamente, en un momento en el que el trabajo asalariado deja de ser un «bien abundante», los servicios sociales adoptan con más convicción que nunca el objetivo de la inserción a través del trabajo. Recupe­rando los discursos liberales más clásicos, se condicionan las ayudas sociales a la sumisión del subproletariado a la lógica del trabajo precario, que mantiene a las personas en la pobreza, pero que les proporciona un salario de subsistencia sustitutivo de las prestaciones sociales, a la vez que mantiene a las personas ocupadas y temerosas de perder su empleo. (...) Las políticas de bienestar social han abandonado de manera progresiva el discurso de los derechos para acondicionar cada vez más las prestaciones al cumplimiento de unos planes de trabajo individuales orientados a la inserción laboral, en un contexto de escasez de oportunidades de empleo dignas y olvidando la perspectiva comunitaria de la inserción social.

(...)


Mientras la mayoría de la sociedad española ve cómo las políticas emprendidas por los sucesivos gobiernos y las que proponen las autoridades monetarias internacionales les empobrecen, se emite un bochornoso discurso oficial que pretende convertir la lucha contra la pobreza en una suerte de actividad voluntariosa en la que todos los acto­res sociales deben ponerse de acuerdo. El programa neoli­beral de destrucción del Estado del bienestar convive con actividades caritativas de todo tipo. Mientras se entierra el argumentario de los derechos sociales de ciudadanía, la necesidad apremia y la intervención de organizaciones sociales de todo tipo se convierte en ayuda humanitaria de emergencia. Y ante la emergencia, cualquier ayuda pasa a ser considerada mejor que nada."

1 comentario:

Anónimo dijo...

See also : http://www.povertyisnotacrime.org/