lunes, 2 de octubre de 2017

Autonomía

Mucho estamos hablando sobre el derecho a decidir, y entre idas y venidas terminamos perdidxs, desnortadxs, enfrentadxs... mientras nos miramos el ombligo que nos encierra en nuestro pequeño mundo. Y sin embargo, a poco que alcemos la mirada, podemos descubrir experiencias y caminares que ya transitan desde hace tiempo sendas a las que nos deberíamos atrever a asomarnos.

En una esquina del estado mejicano, ahí siguen las comunidades zapatistas construyendo su autonomía, su búsqueda del buen gobierno, desconectada del estado central, hasta el punto que les lleva a apostar por un sistema sanitario y educativo propio. Es lo que han llamado los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno:

"Los Caracoles serán como puertas para entrarse a las comunidades y para que las comunidades salgan; como ventanas para vernos dentro y para que veamos fuera; como bocinas para sacar lejos nuestra palabra y para escuchar la del que lejos está. Pero, sobre todo, para recordarnos que debemos velar y estar pendientes de la cabalidad de los mundos que pueblan el mundo”.

El 19 de julio del 2003, y tras el incumplimiento por parte del gobierno mejicano de los acuerdos de San Andrés, en un comunicado firmado por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y por los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas de Chiapas, los zapatistas anuncian que “El EZLN decidió suspender totalmente cualquier contacto con el gobierno federal Mexicano y los partidos políticos, y los pueblos zapatistas ratificaron hacer de la resistencia su principal forma de lucha”. Ese comunicado anunciaba que “los pueblos indígenas zapatistas y rebeldes han preparado una serie de cambios que se refieren a su funcionamiento interno y a su relación con la sociedad civil nacional e internacional”.

¿Que si les funciona? Pues ellas mismas hacen inventario en “Y en las comunidades Zapatistas?”un resumen de los informes de los y las compañerxs responsables en los pueblos responsables de comisiones (por ejemplo de salud, educación, jóvenxs, etc), autoridades autónomas y responsables organizativos.

"¿Cómo sabemos si vamos bien o mal? Pues para nosotras, nosotros, zapatistas, es muy sencillo: los pueblos hablan, los pueblos mandan, los pueblos hacen, los pueblos deshacen. En el momento que alguien agarra mal camino, rápido el colectivo le da como quien dice su zape y, o corrige o va para fuera.

Eso es nuestra autonomía: es nuestro el camino, nosotr@s lo caminamos, nosotr@s acertamos, nosotr@s nos equivocamos, nosotr@s nos corregimos."

¿Nos atrevemos a caracolear?

"Dicen aquí que los más antiguos dicen que otros más anteriores dijeron que los más primeros de estas tierras tenían aprecio por la figura del caracol. Dicen que dicen que decían que el caracol representa el entrarse al corazón, que así le decían los más primeros al conocimiento. Y dicen que dicen que decían que el caracol también representa el salir del corazón para andar el mundo, que así llamaron los primeros a la vida. Y no sólo, dicen que dicen que decían que con el caracol se llamaba al colectivo para que la palabra fuera de uno a otro y naciera el acuerdo. Y también dicen que dicen que decían que el caracol era ayuda para que el oído escuchara incluso la palabra más lejana. Eso dicen que dicen que decía. Yo no sé. Yo camino contigo de la mano y te muestro lo que ve mi oído y escucha mi mirada."




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